Desde muy pequeña sentí que quería vivir bailando toda mi vida. Sin embargo, encerrada en el sistema en el que vivimos en Latinoamérica, me mentalice que bailar era sólo un hobby y no podría llegar a ser una profesión para mí :(. Por ese motivo dejé de lado mi sueño y entré en el sistema para convertirme Ingeniero Industrial y Sub Teniente de Reserva.
Mientras estudiaba, como mi amor por la danza nunca terminó, aprovechaba cualquier oportunidad para bailar en algún grupo y/o evento que me invitarán. Y, a mis 18 años pude cumplir mi gran deseo de ingresar a una fraternidad de caporales y bailar por 3 años consecutivos en las entradas más importantes de Bolivia: Carnaval de Oruro, El Gran Poder, Urkupiña, etc.
Por cosas del destino y la oportunidad que me dá mi descendencia japonesa, el 2002, de un día para otro tomo la decisión de dar un giro de 180 grados en mi vida y me despido de mi amada Bolivia para comenzar una nueva vida en Japón. Y, mientras comienzo a trabajar en una empresa financiera japonesa en Tokio, sin ni siquiera haberlo imaginado, al mismo tiempo se me abre la oportunidad de poder incluir más aún la danza en mi vida gracias a las invitaciones de diferentes organizaciones y artistas para presentarme en eventos culturales representando a mi amada “Bolivia” en Japón.
La unión de mi amor por la danza y por mi país, me impulsa para querer compartir lo poco o mucho que sabía con otros residentes bolivianos en Japón y así es como comienza mi historia como líder fundadora y profesora voluntaria de los grupos de danzas folclóricas de Bolivia:
– “Corazón Boliviano” en Tokyo desde el 2010 hasta la actualidad.
– “Viva Bolivia” en Osaka desde el 2004 hasta el 2007
– “Bolivia Unida” en Osaka desde el 2002 hasta el 2003.
Y desde el 2016 también comienza mi historia como: Presidente del Comité Organizador del Bolivia Festival en Japón.